LA ACRÓPOLIS DE ATENAS
Se trata de un conjunto de templos y
edificaciones cívico-religiosas situadas en la parte más alta de la ciudad,
construidas por iniciativa de Ferióles y bajo la dirección de Fidias. Hubo un
primer Partenón destruido
por los persas. La victoria ateniense sobre los persas supondrá para la ciudad
de Atenas un enriquecimiento y una euforia, acentuada además por la importancia
de sus políticos, Pericles o Temístocles y de sus artistas. Su apogeo artístico
se sintetiza en la Acrópolis.
Por orden de acceso se contemplan los
siguientes edificios: Los Propíleos, o puertas monumentales de entrada; el
templo de Atenea Niké, a la derecha de los Propóleos; al fondo a la derecha el
Partenón; y al fondo a la izquierda el Erecteion.
En la acrópolis, además de los
templos, había una pinacoteca, un manantial sagrado, altares, la casa de las
arréforas, korai e imágenes, entre las que destacaban las de Fidias.
Cada año, y de forma más solemne cada
cuatro años, se celebraban en la Acrópolis las fiestas Panatenaicas, que
estaban reservadas exclusivamente a la población ática. Consistían en
competiciones (atléticas, musicales y poéticas) y una procesión en la que las
arréforas (muchachas escogidas entre las mejores familias) y la sacerdotisa de
Atenea, acompañadas por una comitiva de oficiantes, músicos y guerreros,
entregaban un peplo nuevo (una especie de chal de lana, atado a los hombros
mediante una fíbula, y que podía ser totalmente abierto por uno de los lados o
cerrado con costura) a la imagen más antigua de Atenea, que estaba en el
Erecteion. El recorrido de la procesión comenzaba en las puertas del Dipilón,
atravesaba el ágora y los Propíleos y concluía en la Acrópolis, siguiendo la
Vía Panatenaica.
El templo más importante es el
Partenón, dedicado a la patrona de la ciudad Atenea Parthenos, diosa de la
sabiduría y de las artes. Con esta obra se alcanza la plenitud estética del
clasicismo.
Es la obra cumbre del programa de
edificaciones y los arquitectos encargados fueron Ictinos y Calícrates, aunque
la supervisión de la obra corrió a cargo de Fidias. El diseño es extremadamente
sencillo; su planta rectangular y sus proporciones, aunque grandes, se ajustan
a la escala humana y por tanto difieren mucho del colosalismo egipcio. Se
acerca más al antropocentrismo de la época, poniendo en práctica las teorías de
Protágoras, para quien, «el hombre es la medida de todas las cosas».
La planta procede del megarón micénico y de los
primitivos templos de madera. Pronto se determinó una planta-tipo que consta de
naos o cella, uno o dos pórticos en ambos extremos y rodeada, a veces, por una
columnata que delimita el espacio del peristilo.
El templo de Atenea-Parthenos está
construido totalmente en mármol y pertenece al estilo más antiguo e importante,
el dórico. Es períptero, ya que está rodeado de una hilera de columnas, y octástilo,
por presentar ocho columnas en su fachada Es también anfipróstilo, pues tiene
dos pórticos, uno anterior –pronaos- y otro posterior –opistodomos-; ambos
recintos son hexástilos (de seis columnas). El templo descansa sobre un
basamento de tres gradas -estereóbato- cuyo escalón superior se denomina
estilóbato. Tiene unas dimensiones de 69x33 metros.
La arquitectura griega presenta una
estructura de líneas verticales y horizontales que configuran una construcción
arquitrabada, con la columna como elemento sustentante y el entablamento como
elemento sustentado. La columna dórica suprime la basa: el fuste estriado, de
arista viva, se apoya directamente sobre el estilóbato. En el capitel, que es
de extrema sencillez, pueden distinguirse tres partes: collarino, equino y
ábaco.
El entablamento está dividido en
franjas horizontales. Sobre el arquitrabe liso se dispone el friso, compuesto
de triglifos de triple acanaladura y de metopas con decoración esculpida. Todos
estos elementos están protegidos del agua de la lluvia por la cornisa.
La cubierta del templo, a dos
vertientes, forma en los extremos dos triángulos isósceles llamados frontones,
cuyo espacio interior -tímpano- aparecía profusamente decorado. El frontón
principal representaba el nacimiento de Atenea surgiendo de la cabeza de Zeus;
el posterior mostraba la disputa entre Atenea y Poseidón por el dominio de
Atenas. Todas las esculturas que decoraban el Partenón fueron realizadas por
Fidias y sus discípulos.
La cella, naos, de reducidas
dimensiones, albergaba la colosal estatua criselefantina -oro y marfil- de
Atenea-Parthenos, obra de Fidias. La diosa sólo podía ser admirada por los
ciudadanos desde el exterior en los días señalados, cuando se abrían las
grandes puertas de bronce.
Para los griegos el espacio exterior
del templo era más importante que su interior, y sus formas fueron
extraordinariamente cuidadas para ofrecer un alto grado de belleza, proporción
y equilibrio. Por ello recurrían a sutiles modificaciones arquitectónicas a fin
de obtener el efecto óptico más adecuado: éntasis o engrosamiento en la parte
central del fuste, mayor diámetro de las columnas de los extremos, inclinación
de la columnata hacia el interior, distancia desigual de los intercolumnios, y
convexidad tanto del entablamento como del estilóbato. Estas sutiles
modificaciones corrigen los más ligeros defectos de la percepción visual y
logran efectos de gran plasticidad, consiguiendo plasmar el ideal clásico de
belleza.
El conjunto del edificio era tratado
como una escultura y cada zona se policromaba con distintos tonos, dando mayor
realce a las que tenían un papel más ornamental. El Partenón, situado en la
parte más destacada de la Acrópolis, se integra perfectamente con la
naturaleza, de tal modo que los atenienses podían sentirse identificados con su
templo al contemplar sus exquisitas formas recortadas contra el firmamento.
Otro templo importante en la
Acrópolis es el Erecteion, curioso y complejo templo que se asienta en un lugar
sagrado de la Acrópolis, cuyo solar debía permanecer intacto por su simbolismo
religioso y cuya construcción se inicia en el 420 a.C. Ésta es la razón de que
el edificio se atenga a las irregularidades del terreno dándole una forma tan
peculiar y un interesante juego de volúmenes. De hecho presenta dos zonas
claramente diferenciadas, que además se dedican a cultos diferentes: la parte
Oriental, más alta, se dedica a Atenea Poliás (antigua diosa de culto
agrícola), mientras que la zona más baja está dedicada a Poseidón Erecteo.
El pórtico Oriental y principal es de
orden jónico exástilo y daba acceso a la cella de Atenea Poliás, donde
originalmente se hallaba la estatua de la diosa hecha en madera de olivo. La
columna jónica tiene un fuste con estrías de arista muerta y su canon es más
esbelto por la relación entre diámetro y altura de la columna, Se apoya sobre
una basa y el capitel con volutas. Los arquitrabes se dividen en tres bandas
horizontales y el friso decoración de relieves corridos. En la parte
occidental, coincidiendo con la sala dedicada a Poseidón, al ser la zona sobreelevada,
abre en sus lados norte y sur sendos pórticos. El Norte resulta el más alto al
arrancar de la parte más baja del terreno, disponiendo seis columnas jónicas,
colocadas cuatro de frente y dos en los lados laterales. La Sur es sin duda la
más famosa y conocida, ya que su sistema de apoyo utiliza kariátides, o
estatuas-columna, de mármol, con una intención elegante y ornamental. Son obra
del escultor Alcámenes, discípulo y fiel seguidor de Fidias, capaz de dotar a
sus piezas de un virtuosismo técnico no exento de la gracia y la elegancia
heredada de su maestro. Todas miran al Partenón y la vía sacra.
Al interior la concepción del espacio
tan subdividido es tan compleja como la propia disposición del edificio, lo que
lo diferencia de otros templos canónicos, y le otorga una cierta singularidad.
En conjunto, las dificultades de su
asentamiento son superadas con éxito, y frente a la elegante sencillez del
Partenón, el Erecteion aporta su riqueza, su variedad y sus primorosos detalles
ornamentales.
Un templo delicioso es el de Atenea
Niké, Atenea Victoriosa, o Niké Áptera, Victoria sin alas. Diminuto templo
edificado por Calícrates en el año 449, uno de los arquitectos del Partenón. Es
un templo de orden jónico,tetrástilo, anfipróstilo, con columnas de fuste
monolítico. Sus pequeñas dimensiones (algo más de 8 metros) obligaron a fundir
la naos y la pronaos, cerrándose el acceso al templo por medio de una verja, lo
que le otorga una falsa apariencia in antis que se adapta mejor visualmente a
la estrechez del lugar y le permite conservar toda su armonía y belleza. Se
puede considerar quizás como el más puro ejemplo del clasicismo jónico e
incluso del espíritu griego.
Añadir un comentario